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jueves, 5 de diciembre de 2013

Cosas ajenas

Si el tiempo se para que la razón sea tu sonrisa, la meta que me brillen los ojos. Si se ausenta que nos pille de frente, que tu alma roce la mía. Si se relaja que sea para recuperar el perdido. Y el aliento. Que el tiempo se pare, sólo te pido eso. Que nos reconozcamos un día por primera vez y las horas dejen de pasar. Que seamos perecederos, sin tiempo pero con razones, metas y alientos compartidos. Que tu mano, sin tocar la mía la sostenga y me eleve. Que seamos polvo de estrella girando por encima de un planeta, exhalando el aire frío y sintiendo el escalofrío de encontrarnos.