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domingo, 31 de enero de 2010

Comienza el día con el gallo en silencio, las palomas iniciando el vuelo y las campanas de una iglesia  cercana cantando.
Son las diez y sigo encadenada.
La boca seca y las ideas pesadas en la cabeza hacen que los párpados escuezan y no me dejen ver la poca luz que entra desde la ventana.
Estoy atrapada.
Intento mover un brazo pero desisto al instante, intento coger un trago de aire y me lleno de vida pero al instante muero y mis piernas se duermen.
Un agradable calor recorre mi cuerpo y es entonces cuando la magia de los pequeños detalles se rompe, suena el despertador  y con un rápido movimiento despego las sábanas y me pongo en pie.
Comienza mi día con el silencio del gallo azotando mi ventana.

sábado, 30 de enero de 2010

Como un bulímico con su comida.

       Es una relación de amor odio.
                       FERROL

martes, 26 de enero de 2010

Hace once siglos que se fabrica magia en el lugar en el que vivo.


 
 


Mis pies lo recorrerían once siglos más.

domingo, 24 de enero de 2010

Cada dos por tres cojo neuras por los exámenes, me quejo de cansancio mientras duermo y me voy de fiesta para poder distraerme en la mesa de cualquier bar.
¿ Y qué pasa?
Que llueve, he tirado mi paraguas y me he puesto a correr.

martes, 19 de enero de 2010

A veces lloro.

Tengo un oso de peluche, se llama Tomás y tiene la boca descosida.
Ese oso lleva conmigo 17 años, sí, muchos...
Presenció la caída de mis dientes de leche, el secreto sobre los Reyes Magos, mi primer aprobado, mi primer suspenso, mis primeros terrores nocturnos...
Y ahora está aquí, conmigo. En la universidad.
Es lo único que me une con mi pasado y de las pocas cosas que me traen buenos recuerdos de mi ciudad, con la que guardo una relación de amor-odio.
Realmente nos une una relación conmovedora llena de sentimentalismo.
Sólo hay un problema...

su nombre es Ana Díaz.

Es una chica en apariencia nomal, quizás algo bruta y muy ingeniosa. Simula ser callada pero es todo lo contrario, parece también antisocial (espero que leas esto) y un poco sí que lo es pero lo que más la diferencia del resto es su ansia por llevarse cosas ajenas, su cleptomanía.
Entre todas las cosas que 'toma prestadas' se encuentra mi pequeño Tomás.
Ya van cuatro veces en cuatro meses que me desaparece. Busca cómplices y lo rapta. Lo esconde en los lugares más insospechados y me hace llorar, llorar y suplicar por el. Si no suplico no me lo devuelve.

Ana, esto va dirigido a ti.
NO VOY A VOLVER A SUPLICAR.


PD: Vigila tu jarra de cerveza y tu papel higiénico. Pienso vengarme.

viernes, 8 de enero de 2010

Para y mira.

De un color azulado amarillento. Como si una taza de té se hubiera derramado sobre él.
Algún detalle verde amoratado con grumos como si el azúcar concentrado al fondo se hubiese desparramado por toda la superficie en constante movimiento por las olas del mar.
Se escucha al silencio actuar lentamente y sin preocupaciones mientras relajo la vista en el vapor de color.
Poco a poco se torna a un azul rojizo oscuro.
Azul verdeamoratado de nuevo cada vez más negro.
Sigo expectante.
Negro azulado limpio, ya sin azúcar.
Negro.
El temor aflora y ante mi asombro salen las congeladas luciérnagas y bañan de luz los tejados de la ciudad.
El aire se oscurece.
Todo esto desde mi ventana.

jueves, 7 de enero de 2010

No es bueno dudar sobre tu futuro, y menos aún cerrar los ojos y tirar 'palante'.
No sé qué hacer, ni cómo actuar.
Ni siquiera estoy segura de si he madurado lo suficiente como para cargar con esto los próximos años.
No sé si soy buena tomando elecciones ni si serán beneficiosas a la larga.
Lo único que sé es que en lo más profundo...
no quiero esto para mí.
Quiero tener certeza de una vez por todas y no ir dando tumbos sin darme cuenta de si el camino que sigo es el correcto. No busco que sea llano, me dan igual las piedras pero quiero esquivarlas una sola vez. No quiero retroceder y no quiero estancarme por el miedo de volver atrás.

martes, 5 de enero de 2010

Noche de Reyes.

Carbón; me traerán carbón y se llevarán la corona que le garrapiñeé a Gaspar el año pasado.
 Menos mal que el Coco me hará compañía y me consolará hasta que le devuelva el saco.Gracias Coco.

Papá Noel, tengo las llaves de tu trineo. Chincha rabiña. El que se fue a Sevilla perdió su silla.

viernes, 1 de enero de 2010

31/12/2009

 Lo mejor del año, lo que salvaría es esto, su fin.
Mis agradecimientos señor Tiempo.