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jueves, 29 de abril de 2010

Autobús de las 21.00

Aquí estamos, Cintita y yo.
Aquí estamos y lamento la expresión que seguidamente voy a utilizar...aquí estamos de mala hostia.
 Por lo menos Cintita se ríe mientras escribo esto, no sé si será por nerviosismo o porque le hace gracia de verdad. Yo creo que lo primero puesto que esto de gracioso no tiene nada. Tenemos ganas de matar.

Aquí estamos Cintita y yo en la estación esperando el bus de las 21.00 después de perder el de las 19.30.

Nuestras provisiones:
una caja de caramelos 'sugar free' y una botella de agua font vella de limón de 330 mL.
Aquí estamos, Cintita, yo y un reconcome que nos corroe.

Me duelen los pies porque hoy no he parado.
Me duele el hombro y el brazo de cargar con el portatil y la carpeta de la USC.
Me duele la cabeza porque para poder trabajar por la tarde tomé un café y no eché la siesta.
Me duele el estómago porque comí medio plato de pisto y nada más desde las dos de la tarde y me duele BASTANTE la moral al pensar que no llegaré a cenar, porque sí, mi bus sale a las 21.00.

Y sí, hoy me duele todo y me veo en el derecho de quejarme porque HOY ha sido un mal día, no tanto como el de ayer aunque me sienta peor. HOY ME QUEJO PORQUE ME DA LA REAL GANA.

Hoy  al primero que me toque las narices le corto las piernas, y digo las piernas porque así tendrá que ir en transporte público a los sitios y verá lo que es llegar tarde después del duro día que tendría para conseguir alcanzar lo que viene siendo el 'bus' o 'taxi'.

Estoy agresiva.
Os voy a contar algo. ¿Sabéis a lo que saben los grillos?
Un grillo tiene el sabor húmedo del césped recién cortado.
 Un grillo sabe a 'sin-colorantes'.
Un grillo sabe a melodía.
Un grillo sabe a como huele.
Un grillo sabe a como se siente en las manos.
Un grillo sabe a lo que huele la tierra.
¿Que cómo lo sé?
Yo a veces me metía grillos en la boca, o eso me parece recordar de mi infancia. No estoy segura ahora mismo. Ya saben, veo muchas piernas y sangre en mi cabeza.

Oigan, que ahí os dejo, me voy a ligar con unos peregrinos que no hablan castellano y así no me tocan la moral.
Buenas tardes. hasta mañana si Dios quiere.

domingo, 25 de abril de 2010

Hablemos de mí.

Hoy tengo un día lúcido así que aquí estoy una vez más dispuesta a escribir algo 'más o menos' poco interesante.
Aquí estoy para hablar de mí.


Naturalmente la gente cercana a mi persona es posible que vea aburrido este texto en un principio.
'Qué historieta de su infancia contará ahora', se preguntarán.
Bien, el hecho de tener una visión aburrida sobre este texto es acertado, no así el motivo. Este texto hablará sobre mí, única y exclusivamente. Realmente me voy a abrir a los pocos lectores que pueda tener, o por lo menos lo voy a intentar de forma poco escueta ya que no me resulta algo sencillo.
Comenzaré haciendo una pregunta; puede que tenga respuesta, puede que no. Al final del relato lo veremos:

¿En qué se parecen un psicópata y un escritor?

Piensen y auxílienme. Hasta hace nada, en la ducha, estaba pensando mientras me balanceaba de lado a lado. La presión y el masaje del agua en los hombros me ayuda a pensar, así como que la luz del techo me deslumbre ya que consigue que nada me distraiga. Estaba pensando después de autodenominarme psicópata a mí y a mi mejor amiga.
¿A mi mejor amiga por qué? Pues porque somos diferentes pero similares.

A las dos nos cuesta mentir, no así ocultar información mas entre nosotras no existe secreto alguno.
Las dos contamos y contamos y no soltamos prenda, conocernos es complicado cuando no eres una de nosotras. Funcionamos igual, de hecho, estoy segura de que si fuese hombre sería mi pareja ideal.
Tenemos los mismos pensamientos retorcidos que sólo compartimos entre nosotras sin alterarnos siquiera.
Conozco su 'modus operandi' y su parte oscura. Ella conoce los mios.
 Sin ella creo que me volvería loca, posiblemente no podría contar con nadie más en esta tierra si ella no existiese. Ni con mi madre, la cual se ve limitada a causa de nuestra relación de sangre.

Una madre siempre se asusta cuando su prole piensa en algo más que en comer, dormir,estudiar y convivir con su familia. Una madre se asusta fácilmente al pensar qué podría pasar por la cabeza de su hijo cuando este se anda con medias tintas al explicarse. La solución es que una madre no sepa ¿No creéis?

 No sé lo que pensaría mi madre, o lo que es lo mismo, mi moral al descubrir que deseo con todas mis fuerzas odiar a alguien. Quizás en un comienzo se sienta orgullosa de que sea incapaz.
No imagino como se sentiría (ni tampoco quiero) cuando se enterse de que mi incapacidad se basa en que no veo a nadie superior a mí. Ni inferior, ni igual.  Veo a todo el mundo ajeno y observable.
Tampoco encuentro ningún tema que me ilusione verdaderamente, es decir, por lo general mi corazón no suele variar de ritmo.
Esto me pasa desde...ummm...no recuerdo. Será demasiado tiempo, ya le preguntaré a mi amiga.
¿Saben? Aún así, aún sintiéndome tan apática respecto al mundo y a lo que en él acontece, me agrada relacionarme con el resto.
 Estoy completamente segura de que tienen también un poco de psicópata. ¿Pero es algo de psicópata o algo de humano? No sé. Soy muy ignorante pero por lo menos me pregunto, quizás por eso no soy feliz en mis días lúcidos y de lluvia.

Nunca he llevado a cabo mis asesinatos desinteresados, no así mis buenas acciones interesadas.

¿Qué diferencia hay entre un psicópata y un escritor?

No tengo respuestas para lo claro. No las tengo. No sé por qué dudo al escoger entre algo que no me apetece y algo que sí. No lo sé. Ni siquiera sé por qué me molesto en agradar a ciertas personas cuando, literalmente me tira de un pie que a sus ojos yo sea agradable.
Sin embargo me gusta que confíen en mí. Por lo general la gente lo hace al poco de conocerme, tienen suerte de que recapacite en soledad sobre lo que me cuentan y me ande con medias tintas (como siempre) al reprochar su comportamiento cuando este merece reproche.

¿Qué diferencia hay entre un psicópata y un escritor?

Desde que comencé a escribir hay un mosquito rondando mi pantalla, a decir verdad no me molesta.
Disculpen un momento, esto se lo he visto hacer a un conocido;
me he quedado sin matamoscas.

¿Qué diferencia hay entre un psicópata y un escritor?


Cuando paseo pienso y relato. Abro una puerta mientras me comento: 'Y la puerta se abrió en ausencia de Pedro, que estaba en el baño con los pies cubiertos de azufre a causa de su escapada nocturna a los sótanos'
o 'esta puerta color mierda se abre y me deja pasar como mosca cojonera que soy'.



Me gusta estar sola porque en soledad me siento especial. No me gusta estar más de cuatro horas seguidas en compañía por si meto la pata y me descubro.

Yo que sé.

¿En qué narices se diferencian un psicópata y un escritor?

sábado, 24 de abril de 2010

Quelpecial.

Onte foi un día interesante á par de extraño. Realmente o foi.
Non estou segura de se a causa foi imitar a un porco celta e un paxaro na Alameda, chamar gnomos entre os arbustos, loitar con herbiñas coma se fosemos gladiadores, saltar coma nenas e dar voltas, voltas e máis voltas, que nos quitasen uns extraños unha foto de 'estrangis' coa nosa peor cara despois de darnos un susto ou atoparnos a unha muller cun bigote postizo pola rúa coma se fose o máis normal do mundo.
Todavía non o teño claro pero, e todo hai que dicilo, foi un día xenial.
Esperemos que hoxe se repita.





 'Prometeme que nunca deixaremos de xogar'

viernes, 23 de abril de 2010

-Mira allí, ¿qué es lo que ves?
- No voy a contestar a eso.
- ¿Por qué no?
- ¿ Qué es lo que tu ves?
- Casas,montes, una ría...
- ¿Sólo ves eso?
-¿Qué mas quieres que vea?
- No voy a contestar a eso. Mira a lo lejos, observa. ¿No te sientes pequeño?

jueves, 22 de abril de 2010

Pringando playeras.

Hoy tengo uno de esos días en los que cualquier tema que toque lo convierto en profundo y oscuro.
Tengo uno de esos días apáticos que más bien podríamos catalogar de noches.
Tengo uno de esos días que podría pasar metida en mi cama en soledad y con una botella de agua de litro para llenar de 'salado'.
Tengo uno de esos días que no me importaría tirar a un pozo, no sin antes amarrarlo a mi pierna.
Tengo un día plomizo. Uno doloroso.
Un día en el que a pesar de querer soledad y mantas necesito el calor de un abrazo, o dos.
Una madre y un padre quizás o simplemente mi peluche favorito.
Volver a ser niña por un día, un día como el de hoy. De esos que vienen de vez en cuando y vuelven al pasado.
Un día que con gusto olvidarías pero que no te olvida.
Mi jornada se acaba y parece que no ha empezado.
Siempre me gustó soñar, y en el día de hoy es lo que mejor se me da.
Es mi bunker, mi refugio y mi perdición porque en días como hoy, días de Luna y Salvación veo el cariño hasta en el desprecio, será que lo necesito, no sé.
Un día en el que recuerdas y te sientes como aquel otro, cuando tenias cuatro años y te sentabas en el portal bajo el calor y la luz veraniega, en el que pensabas como en la actualidad y observabas y analizabas todo mientras disfrutabas tu polo de limón pringándote las playeras blancas y los pantalones pirata vaqueros que mamá había comprado. Limpiándote las manos en tu camiseta blanca y tu chaqueta de punto. Con parte del lazo rojo deshecho en la cara y los mofletes manchados y edulcorados ardiéndote por el Sol. Feliz porque veías un pajarillo posarse a unos metros de ti. Riéndote porque daba saltitos y te gustaba imitarlo. Y te sentabas de nuevo, apenada porque sí. ¿Ves? Siempre fuiste así de apática.
De esta forma actúa la Soledad y, por muy capaz que sea, no soy quien para cambiarlo. 
Maldita seas, chica indecisa, maldita seas una vez más.

lunes, 19 de abril de 2010

Quizás desde nuestros mundos diferentes vemos lo mismo.
Quizás y tan sólo quizás, son nuestros 13 años de momentos compartidos o nuestros milenarios recuerdos reflejados en los ojos lo que nos une.
Quizás, ser tan diferente a mí te hace ser yo misma.
Es probable que mirando lo mismo y sin mirarnos a la vez nos entendamos.
Por algo, eres quien eres, por algo soy quien soy.
Quizás, de nuevo,serás de las pocas cosas que me atan a mi pasado.
Por algo, somos.

sábado, 17 de abril de 2010

Tonterías de una tarde cualquiera.

Hoy me ha dado por sentir el tacto del aire en mis manos.
Es jodidísimo.
Nada más llegar a casa fui a echarme crema porque las tenía sequísimas.
Dolían, ¿eh? Menos mal que me di cuenta a tiempo. Estaban ahí, en tensión.
Cómo nos acostumbramos al sufrimiento a veces.

sábado, 10 de abril de 2010

Sábado.

Folios grapados, tinta, letras, idiomas, armónica, flauta, acordeón, Sol, cortinas, calor primaveral y mucha energía interior mezclada con el canto de algún pájaro lejano.
Ese ha sido mi día de hoy.

viernes, 9 de abril de 2010

Primavera.

No es casualidad que con el Sol primaveral surja el amor y los caracoles saquen los cuernos.

domingo, 4 de abril de 2010

Escribiendo.

Mis ojos están con ganas y mis dedos cargados de tinta mientras que en mi corazón hay sueños.
En mi sangre los problemas que mi cabeza no soluciona al estar demasiado ocupada por la responsabilidad de mis hombros.
Mis pies son libres y mis rodillas prisioneras.
Si me siento cambian los papeles y si miro al cielo son mis alas las que entonces cobran más importancia y me elevan hasta donde puedo pintar ovejas sin tener nada por encima que me presione.
Porque cuando dejas al corazón sólo son las lágrimas las que le hacen compañía y sin embargo con el tiempo se hace impermeable.
Eso no impide que de vez en cuando salga el Sol ni que tus pies procuren sombra.