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domingo, 13 de septiembre de 2009

Mira.

Respirando el fresco aire de la mañana mientras camino con el barro por las rodillas, así me encuentro.
Cuesta mover las piernas pero tampoco hay prisa. La vegetación prácticamente no deja ver el cielo pero ¿qué más da?, seguro que hoy el cielo es azul.
Un río a mi derecha me susurra con voz grave, incesante, en realidad no le pongo palabras a lo que dice pero como los perros no entienden al amo cuando les ordenan tumbarse.
Me tiene amaestrada.
Comienza mi respiración a ser cada vez mas lenta y una gran felicidad me embarga. Me siento en una roca próxima y contemplo el agua, contemplo el cielo, contemplo las plantas y el suelo. Y es que únicamente me concentro en contemplar, y respirar.

1 comentario:

Hermano Ele. dijo...

- Hola bebé.
- ¿Qué haces, doctor?

Aquí abajo tengo que escribir PHORKI para subir el comentario.
¿Será una señal?

Me voy a la ducha.