Hay cosas que asustan por lo rápido que pasan. En un pestañeo
tendrás un título bajo el brazo y una maleta bajo el asiento en el tren destino:
‘Ninguna Parte’, o no. Hay cosas que asustan por lo inciertas que son. Hay
cosas que asustan, superas y cuando piensas que has avanzado otro peldaño más
en la vida te encuentras con que todavía estás en la entrada y te queda la escalera hacia la primera planta, de muchas.
Hay cosas que pasan, sin asumirlas pero pasan. Y no somos
quien para luchar contra ellas. Hay cosas que no pasan y nos arrepentimos de
por vida.
Lo único que sé y siento, no es el miedo, ese miedo. Es el terror.
Terror porque este momento, este microsegundo en el que mi sangre continúa
circulando, no se volverá a repetir. Nunca.
Y tiemblo. Sola. De forma única. Para no hacerlo nunca más como
ahora.
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