Seguidores

jueves, 11 de junio de 2009

La reclusión

Una simple brisa, un rayo de Sol, una gota de lluvia. Nos encerramos en casa, bajamos la persiana, abrimos el paraguas.

Nos evadimos de la realidad, de lo natural quizás. Todo nos parece prescindible, todo nos parece poco importante, todo nos parece simple, a todo le podemos decir ’No, no me afectas’. Nada podría estar más lejos de la verdad.

Hay algo de lo que no nos podemos abrigar, algo superior a nosotros, algo difícil de evitar o más bien, imposible.

Aún así lo intentamos, ’cambiamos de canal’. Ni oímos, ni vemos, ni olemos, ni sentimos, ni nos sabe mal que esto no os afecte. Somos dioses, héroes recluídos en su Olimpo sin avaricia por conocer el resto, pero todo llega y lo único que hacemos es retrasar nuestra madurez de vivir.

Nos pillará por sorpresa lo que atenriormente nos obligamos a ignorar. Y lloraremos.

No hay comentarios: