Hoy me ha dado por sentir el tacto del aire en mis manos.
Es jodidísimo.
Nada más llegar a casa fui a echarme crema porque las tenía sequísimas.
Dolían, ¿eh? Menos mal que me di cuenta a tiempo. Estaban ahí, en tensión.
Cómo nos acostumbramos al sufrimiento a veces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario