Seguidores

viernes, 25 de junio de 2010

24.08.2008 Recuerdo.

Nadie se da cuenta y se hace el silencio.
Y es así como día tras día escribo en mi cabeza y escapo una vez más.
Qué le voy a hacer, si yo no soy de aquí.
Qué le voy a hacer, si yo no seré de ningún lugar.
Allá a donde vaya. Allá donde esté. Haga lo que haga. Momentáneo, siempre momentáneo.

Y sí, siempre estoy. Siempre estoy.

Pero date cuenta de que sólo sé escapar.
Y a pesar de que no te fijes, yo ya me habré marchado y si me preguntas obtendrás una sonrisa pero yo ya no estaré.

Aunque siempre estoy. Siempre estoy.

Nadie me abandonó nunca. Se marcharon como yo pero volvieron o volverán. Todos vuelven.
Necesitan una tregua de vez en cuando.
Y de lo único que tiro, de lo único que no escapo ni prescindo es de mi método, mi plan de huída concedido tras el alumbramiento de este ser que hoy soy. Lo único que consigue atraparme.

Algún día lograré tatuar mi alma en algún folio blanco para que no se me escape y te lo enviaré aunque me torture su imperfección.
Eso sí, por correo certificado.


A Aurora Manzano Gutiérrez, mi vieja y dura golondrina. Aún recuerdo que te entusiasmaba el piano.

No hay comentarios: