Seguidores

sábado, 10 de julio de 2010

Falso.

Los niños chapotean en el agua muerta sin saber, porque no lo saben, que son proyectos entre cadáveres que alguna vez sintieron, cuando ellos no estaban aquí.

No saben que lo único que aquí está realmente vivo son mis lágrimas que nunca formarán charcos y en las que ni se juega ni se chapotea.

Cuando crezcan bajarán de su nube para no volver a subir e irse estancando y sintiéndose pisados por nuevos, ingenuos y felices pies.

Qué tristeza el de mi llorar sin fin.

No hay comentarios: