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lunes, 19 de julio de 2010

Missing...

¡Pobre hormiga!
Después de una larga jornada de trabajo sólo ha conseguido una mísera cuarta parte de maíz. No llega ni para que le den la enhorabuena. Se siente fatal.
Ha entrado en casa empapada, cansada y con ganas de un abrazo. No se siente bien, no está satisfecha, se sabe sola y lo primero que se encuentra, lo primero que divisa al llegar a su hormiguero es a su gran familia que ya se ha puesto a cenar sin ella y le gritaban para que no empapara la entrada.
Estaba claro, la vida continúa y ella no puede formar parte de eso ya.

1 comentario:

Alebóndiga dijo...

oye yo soy una hormiguita trabajadora y a mi me gritan lo mihmoh... el problema es de las hormigas reinas me parece a mi.