Historias para no dormir me pedían los niños aquella noche de acampada.
Historias para no dormir alrededor de una hoguera.
Historias para aterrarnos, decían.
Historias de fantasmas, brujas, ogros, hadas y guerreros sedientos de sangre.
Historias en las que no hay ni perdices ni un colorín colorado.
Historias con final abierto.
Historias para no dormir me pedían en aquel campamento.
Cuando cerré el diario pidieron una canción de cuna y un Padre Nuestro.
1 comentario:
A las perdices les encantan estas historias, ¿lo sabías?
Y el Padre Nuestro tenía que pedirlo otro que yo me se...
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