Así, como un duelo entre corcel y escudero donde el caballero de la redonda mesa es disputado.
Su majestuosidad sin parangón decae cuando el escudero muerte da al corcel y el corcel abatido queda encima del paje sin espiración ni inspiración pero con expiración regalada.
Así pues, a patas y sin escudero, recorre el mundo el caballero.
Vagabundo noble que su título usa de pechero sin destino ni molino contra el que luchar y sin doncella que conquistar.
Ahora sí, valentía y orgullo sin igual.
1 comentario:
hola, soy una miga de pan!
E vacas non sei, pero ferrados...uns cantos
Fdo: Una miga de pan, llamada Antoñeta
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